«Despiadado alfil que le acechas
los sueños…
y aún no ves que la guía
es tu oscuridad misma.

Pues tus decisiones se tiñen
con silencios que vigilan,
en la solitaria partida.

En la sigilosa Torre
que resguarda una apertura,
cuando avance,
la despiadada negrura,

se invertirán los tiempos,
y un respiro te llamará
a tomar nuevas guardias,
de afilado ingenio.

Pero aún no es vecino,
el momento de oportuna guía
aún el caballo ladino,
cabalga con tu temprana osadía.

¡Qué batallas! ¡Qué cruces!
de peones que avanzan
en las miras por conquistar

El tablero es tuyo,
mi aguerrido aprendiz,
y en los suspiros,
y en las vacilaciones,
y en las palpitaciones,
y en las honorables derrotas,
y en las orgullosas victorias,
siempre será tuyo».

Por: Aris Anastasia -Aris Writer-

Este poema especial lo hice para mi adorado »Aprendiz de Ajedrez».
¡La vida es nuestra, es nuestro tablero y es según como decidamos verla y afrontarla día a día! ¡Vamos por cada jugada!

? Este poema forma parte del Poemario: Plebeyos del Tiempo.

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